lunes, 21 de octubre de 2013

El precio y la Ley dejan una sensación agridulce en un gran año de vendimia

Por Manuel Lorenzo 

La campaña de la vendimia en Castilla-La Mancha está siendo bastante satisfactoria en cuanto a cantidad, aunque los precios de la uva dejan una sensación agridulce entre los agricultores. Aun así, la uva ha logrado sobreponerse a todos los problemas de los últimos días, por lo que la campaña puede calificarse como una de las mejores de entre los años anteriores.


La climatología ha traído una buena añada de vendimia. Tras un periodo largo de sequía, la lluviosa primavera propició el retraso en la brotación hasta principios de mayo y, pese al caluroso verano, las noches frías de agosto han hecho que se produzca una óptima maduración de la uva. Eso sí, por ponerle algún pero, esa maduración se ha producido con cierto retraso, lo que ha conllevado una serie de problemas.

Las lluvias y el granizo caído a finales de septiembre dañaron muchos viñedos, pero finalmente la campaña se ha repuesto de esas pérdidas y se ha logrado superar la producción del año anterior, rondando los 28 millones de hectolitros en la región, según estimaciones del director general de Infraestructuras y Desarrollo Rural, Miguel Cervantes, lo que supone un aumento del 30%.


El principal problema ha radicado en la recepción de la uva por parte de las cooperativas. La brotación tardía y el acopio masivo provocado por la mecanización han hecho que la recolección se concentre mucho más en un corto periodo de tiempo, por lo que las cooperativas y bodegas se han visto superadas por la gran cantidad de uva que les ha llegado en pocos días. No obstante, el Consejo Sectorial de Vino de Cooperativas Agroalimentarias de España puso rápidamente en marcha un sistema solidario entre bodegas para posibilitar la redistribución logística de los productos, un plan que ha permitido habilitar un almacenaje extra en distintas cooperativas de regiones como Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León y Aragón. 

Así, la uva no se ha quedado en el campo y ha sido recolectada sin problemas. Otra cosa muy distinta es el precio ya que, pese al aumento de la cantidad recogida, los precios están a la baja, lo que ha provocado una profunda preocupación entre los agricultores.


Derogación de la Ley de la Viña y el Vino

Por otra parte, la posible derogación de la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha ha saltado a la actualidad en los últimos días, ya que se podría poner fin a una Ley aprobada en 2003 y que en su momento contó con todo el apoyo del sector vitivinícola regional.

Así, desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) denuncian que el Gobierno regional “ha planteado una propuesta de Ley que deroga prácticamente la Ley anterior en su totalidad”, haciendo especial hincapié en la “eliminación del Fondo de Promoción Vitícola, instrumento que ha sido útil para desarrollar el potencial de mercado de nuestros vinos”.


En este fondo se recogían las aportaciones obligatorias de todos los operadores que transformaban uva en mosto y vino. Según UPA, “este fondo, cuyo cobro se aplicó sólo unos años, ha permitido que con estos recursos y con los que gracias a éstos se han podido traer del Programa de Apoyo Europeo al sector del vino, el conjunto del sector vitivinícola regional haya desarrollado una labor de promoción de los vinos de nuestra tierra muy importante. Unas partidas económicas que han contribuido a que el vino de Castilla-La Mancha sea más conocido por todo el mundo y hoy se esté exportando mucho más”.

En definitiva, una de las mejores campañas en cuanto a producción se refiere está dejando una sensación agridulce por el bajo precio de venta de la uva y por los cambios normativos que pueden producirse en la Ley de la Viña y el Vino.

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